martes, 21 de febrero de 2017

Análisis The Dot / El Punto

¡Hola chic@s, bienvenid@s a mi primera entrega!


Aquí analizaré el cuento “The Dot” o “El Punto” de Peter H. Reynolds.






¿Por qué “The Dot”?

Por su pureza, por su maravillosa historia, por la increíble y perseverante Vashti y porque el autor nos reta y alienta a sacar lo mejor de nosotros mismos en todas las situaciones que experimentamos en nuestra vida cotidiana: incluso cuando empiezan por un simple punto en un papel.




The Dot

The Dot nos cuenta la historia de la pequeña Vashti, una niña de unos cinco o seis años (basándome en la edad que he considerado adecuada para la lectura de este libro). En la primera imagen del libro encontramos a la pequeña en una clase de arte. Cuando acaba la lección Vashti sigue pegada a su asiento, delante de su papel en blanco. La profesora entonces se le acerca y le dice, encantada “¡Ah, un oso polar en medio de una tormenta de nieve!”. “¡Muy graciosa!”, responde, enfadada, Vashti: “No sé dibujar”.

La profesora le invita a hacer una marca en el papel y ver dónde la lleva. Cuando Vashti, bruscamente, lo hace, la maestra le pide que lo firme.







La semana siguiente, cuando Vashti entra en la clase de arte, se sorprende cuando ve el punto, ¡su punto!, colgado detrás de la mesa de la profesora en un marco dorado.







“Umh… ¡Puedo hacer un punto mejor que ése!”




Abrió su caja de acuarelas y se puso a trabajar. Pintó y pintó: un punto rojo, un punto morado, un punto amarillo, un punto azul… Descubrió que si mezclaba dos colores podía crear nuevos puntos de diferentes tonos. Vashti siguió experimentando: pintó muchos puntos de muchos colores y muchos tamaños. ¡Incluso hizo un punto sin pintar un punto!







Unas semanas después, en la exposición de arte de la escuela, los puntos de Vashti causaron sensación.







Durante la exhibición, un niño pequeño se le acercó y le dijo, con admiración “Eres una gran artista, ¡me encantaría dibujar bien! No sé ni hacer una línea recta con una regla”. Vashti sonrió, le dio una hoja de papel en blanco y le pidió que se lo enseñara. Su lápiz temblaba mientras trazaba la línea. Vashi miró atentamente el garabato que el niño le tendía, y, suavemente, le dijo “Ahora, fírmalo”.












Sobre el autor

Peter H. Reynolds y su gemelo Paul nacieron en Canadá en 1961, y a los tres años se mudaron a Massachusetts, donde vive desde entonces.

A los siete años hicieron juntos su primera incursión en el mundillo editorial creando sus propios cómics en la fotocopiadora de su padre.

Su realización como ilustrador es enorme y difícil de recoger en un solo sitio. Su página web recoge una muestra de su obra a muchos niveles (libros, animaciones, dibujos…) pero su principal misión, como dice en su web, es la de ayudar a los demás a encontrar su inspiración y a sacar la creatividad que todos llevamos dentro.

Como dato curioso, cuando Peter pinta en acuarela no sólo usa agua para mojar el pincel y aligerar o dar otras tonalidades al dibujo, sino cualquier líquido que tenga al alcance: té, refrescos, leche e incluso el rocío de la hierba si está pintando en exterior.

Reynolds explicó cómo le vino la inspiración para escribir The Dot de esta manera: “Visito clases a menudo y pregunto a quién le gusta dibujar. En parvulario todos alzan la mano. Después, a medida que voy preguntado en los cursos superiores, el número de manos en alto va disminuyendo hasta que, finalmente, ninguno alza la mano o apuntan al “artista de la clase”. Es triste ver cómo la energía artística y creativa va decreciendo, va desapareciendo. Estoy convencido de que es porque los niños aprenden que hay ‘reglas’ que seguir. Pero cuando se trata de expresarte, puedes inventar tus propias reglas. Las puedes cambiar, estirar; las puedes ignorar y lanzarte a lo desconocido.”

La idea de la portada y el título viene por su diario: se propuso "hacer su marca" todos los días, escribiendo o dibujando algo, por poco o pequeño que fuese. Una noche se quedó dormido con el diario y el bolígrafo en la mano sin haber escrito nada, y cuando se despertó se encontró con una gran mancha de tinta en forma de punto en medio de la página. Inmediatamente escribió "The Dot" encima de la marca y firmó debajo. Cuando lo hizo supo que tenía una portada para su próximo libro, y que ese punto no fue un error sino el principio de un gran proyecto.

En cuanto al nombre de la protagonista, Vashti, Peter Reynolds se inspiró en una niña que vendía flores en una cafetería. El autor se acercó a ella, le compró algunas y la niña le preguntó qué hacía en su libreta, a lo que contestó que dibujaba, y le ofreció el dibujo que estaba haciendo. Para firmárselo, le preguntó su nombre: Vashti. "¡Eres la primera Vashti que conozco!", le dijo, "¿Te importa si uso tu nombre para mi próximo libro?". Vashti abrió sus ojos, ilusionada, gritó que sí, y se marchó corriendo con el dibujo en la mano.

Actualmente, Peter H. Reynolds es fundador, presidente y director creativo junto a su hermano de los estudios FableVision en Massachusetts. En el 2008 fue galardonado por Verizon como Literacy Leader of the Year.




Ficha bibliográfica

Título: The Dot
Autor: Peter Hamilton Reynolds
Ilustrador: Peter H. Reynolds
Editorial: Walker Books Ltd
Fecha 1ª edición: 2003
Edad: 5-6 años, Tercer Curso de Educación Infantil




Formato

En cuanto al formato, nos encontramos con un libro cuadrado de tamaño medio (22.5 cm x 22.5 cm) de tapa blanda (es bastante útil forrarlo para alargar su vida), lo que hace que sea fácilmente manejable por niños de esta edad (¡e incluso más pequeños!). Las hojas tienen bastante cuerpo, con un grosor tipo cartulina y tacto plastificado, ideales para empezar a pasar las páginas correctamente para el óptimo estado del libro, y de esta manera evitar indeseados rasgados de páginas y roturas o dobleces de esquinas.


La portada, como hemos visto al principio, muestra a una niña, Vashti, pintando un gran punto de color naranja. Igual para los niños de esta edad no es igual de llamativa que otras que puedan tener en las estanterías de su biblioteca de aula o de casa, pero a su favor he de decir que una imagen tan sencilla puede suscitar bastante curiosidad. Sería interesante colocar el libro en una de las baldas de clase, entre los demás libros, sin haberlo presentado o leído antes para ver si van a por ello directamente o si tardan un tiempo en descubrirlo.


Las veinte ilustraciones que encontramos en el libro difieren bastante las unas de las otras. La primera que encontramos nos muestra a Vashti pegada a su asiento en la clase de arte. Un punto morado azulado enmarca la imagen, dándonos la sensación de frío por el estado de angustia de la pequeña al no poder dibujar. Luego encontramos varias imágenes seguidas en blanco y negro, representando la falta de motivación y autoestima que siente Vashti. A su vez, estas imágenes también corresponden a la figura de la profesora en todas las ocasiones en las que aparece, lo que me invita a pensar que la razón por la que únicamente Vashti tiene círculos rodeándola es porque el autor quería transmitir los diferentes estados de ánimo por los que pasa Vashti dependiendo del color que encontramos en la página, dejando en un segundo plano al resto de personajes. En medio de estas páginas en blanco hay dos imágenes con color: en la primera, un color rojo fuerte, simbolizando la rabia y el enfado de Vashti, cuando da un golpe con el rotulador en medio del papel para “hacer una marca y ver dónde la lleva”. La siguiente, en un tono naranja tirando a rojizo, cuando firma el papel, está tranquilizándose pero sigue irritada.







Cuando Vashti comienza a pintar puntos, los colores que la rodean se multiplican: amarillo, rosa, azul… está consiguiendo encontrarse a sí misma y vemos todo el potencial que estaba escondido.

Ya al final, en la exposición de arte, a Vashti la enmarca un punto amarillo, ¡está feliz e ilusionada! Es la única en la imagen a doble cara que tiene un punto alrededor, habiendo cuatro personas más en la sala (véase la sexta imagen del resumen del libro).

Cuando el niño pequeño se le acerca, el círculo de Vashti le incluye. Así, cuando empieza a dibujar su línea, tiene su propio círculo: es el siguiente potencial artista con falta de confianza en sí mismo. Vashti pasa a un segundo plano, dibujada en blanco y negro cuando examina el dibujo del niño: ella es ahora la profesora y va a dejar paso al niño para ser el siguiente protagonista.







La observación detallada de las ilustraciones me ha hecho reflexionar acerca de la edad en la que me he basado para hacer este análisis: si bien es cierto que he considerado 5-6 años ideal por parecerme los de 3-4 y 4-5 muy jóvenes para el entendimiento de este libro (en su cabeza no cabe que un niño crea que no puede hacer algo), creo que la edad puede ser ampliada a cursos superiores, en este caso, Primaria. Esto es así porque a los niños de 5-6 años les gustan mucho las imágenes a todo color, quizá más grandes y con un trazo más redondeado, y es más que probable y normal que los colores que aparecen en cada página no sean analizados por su complejo simbolismo a esta edad.

A su favor hay que decir que, en cuanto a los niños más pequeños, el autor intenta que desde esa corta edad los niños relacionen los colores con sus estados de ánimo.


En cuanto a la tipografía, personalmente habría elegido una más clara, la usada me parece original pero bastante caótica, a veces incluso con un espacio insuficiente entre palabras (no debemos olvidar que los niños de esta edad ya reconocen las letras y pueden empezar a unirlas para producir sílabas y palabras enteras). La que aparece en el libro no es una tipografía especial motivadora que incite a leerlo por su cuenta sin ayuda de un adulto, más bien todo lo contrario, creo que podría dificultar bastante la lectura por la enorme posibilidad de confundir las letras que aparecen:







Con este ejemplo podemos ver hasta qué punto pueden confundir las letras los niños que cojan este libro: la palabra ‘All’, ‘todo’, está escrita de tal manera que los niños bien podrían pensar que pone ‘Ail’ por la diferencia considerable entre dos letras que nada tienen de iguales. Es una letra más pensada en la estética del libro que en el posible intento del niño de leer el texto.

Los niños de Infantil recurren constantemente a las ilustraciones de los libros que leen para verificar su comprensión de lo que han leído. En este caso, como la tipografía no me parece la ideal para esta edad, creo que necesitan tantas ilustraciones por si no han entendido parte del texto.

El texto en sí, dejando a un lado la fuente que utiliza, es sencillo, está bien distribuido y la puntuación está cuidada, ya que los niños de esta edad gustan de la lectura en voz alta.





Contenido

El tema principal de The Dot es la confianza en uno mismo y la motivación e inspiración que nos lleva a conseguir lo que queremos. Ya sea una motivación a través de uno mismo o de otras personas.

Como tema secundario (¡pero para nada menos importante!) tenemos el papel de la maestra y la importancia de ayudar a nuestros alumnos a sacar lo mejor de sí mismos. Ayudarles a encontrar el camino para expresarse (no de manera exclusiva en el ámbito artístico) y demostrar que todos podemos conseguir grandes cosas si estamos determinados a hacerlo: siempre tiene que haber un primer intento. Donde hay un punto, hay un camino.

Un tema más que secundario podría ser encontrar la capacidad artística y creativa que todos tenemos dentro, pero creo que más bien es la excusa de Peter Reynolds para escribir este libro. Para mí éste no es un libro sobre creatividad, va mucho más allá: es un canto a nuestro más profundo ser, viene a decirnos que somos capaces de hacer todo en lo que creemos. Una invitación a la motivación, la autoexpresión y a una autoestima positiva [según el psicólogo estadounidense Erik Erikson, en la infancia intermedia (a partir de los seis años) se crea la autoestima].


Encontramos una estructura lineal: introducción (Vashti deja un papel en blanco porque no puede dibujar), nudo (se encuentra a sí misma y va dejando su marca en distintos cuadros de puntos) y desenlace (expone todas sus obras en una exhibición de arte y consigue ilustrar al “próximo Vashti”).

Es una estructura adecuada para la edad ya que sobre los seis años a los niños les motivan los argumentos completos, las narraciones sencillas y los textos bien distribuidos.


La protagonista de la historia es, sin duda, la pequeña Vashti. Un reflejo de todos los niños que puedan encontrar dificultades en su desarrollo por pensar que no pueden hacer algo.

El libro nos muestra la gran evolución de Vashti: vemos cómo al principio es negativa, siempre está enfadada y habla bruscamente y con un tono burlón (“¡Muy graciosa!”, en respuesta a su profesora). Después, poco a poco aparece la esperanza (“Si puedo hacer puntos pequeños, también puedo hacer puntos grandes”), para terminar con un lenguaje y entonación suaves, incluso tiernos, como los que utilizaba su profesora con ella (“Seguro que sí puedes dibujar”, hablando con el niño de la exposición de arte).

Los niños a esta edad desarrollan el concepto de identidad individual y de autoestima, y con Vashti pueden identificarse y proyectarse, viendo que pueden llegar incluso a tener su propia exhibición de arte, metafóricamente hablando.


Los demás personajes son la profesora de Vashti y el niño de la exposición de arte, ambos roles conocidos para el niño receptor por su familiaridad con el ambiente de la escuela, ya que a esta edad comienza la escolarización formal y obligatoria y saben lo que es la clase, los compañeros, la maestra…

Desgraciadamente muchos niños, demasiados, son relegados a un segundo plano en millones de clases, “fracasando” de manera sistemática hasta que encuentran a un profesor que es capaz de sacar lo mejor de ellos mismos (eso, si tienen suerte…).

¿Cuántas veces hemos visto niños (¡niños, por dios!) que nos preguntan “¿Es así?”, “¿Lo estoy haciendo bien?”. Llevando el tema al arte, la respuesta del por qué lo preguntan es fácil: se da a los niños unas pautas claras de cómo deben pintar (no salirse de los bordes, no dejar espacios blancos…) y se nos olvida que, dejando a un lado los estilos o técnicas, el arte no tiene reglas. Ninguna. El arte debe servir al niño para expresarse, no para cumplir una función que se le pide en casa o en la escuela.

El propio Reynolds, hablando de las normas en el ámbito artístico, dice: “Las puedes cambiar, estirar; las puedes ignorar y lanzarte a lo desconocido”.

The Dot nos da la oportunidad como docentes de volver atrás en la historia, elegir no ser dictadores de normas y pautas de aquello que creemos estipulado sino guías que abren caminos a los niños para que investiguen, se expresen e inventen sus propias reglas. Tal es la importancia de la profesora de Vashti en este libro.

El otro personaje secundario, el niño de la exhibición de arte, es un maravilloso ejemplo de lo que podemos (y deberíamos) hacer cuando nos han ayudado en nuestro camino (o no ha hecho falta) y tenemos éxito: hacer lo mismo con los demás. Vashti encontró su inspiración gracias a su profesora, y se pone en su papel cuando de otros niños se trata. Va a ayudar al niño a ver dónde le lleva esa línea curva que dibuja sobre el papel, como hizo su maestra con ella.

Según Jean Piaget, en la etapa preoperacional los niños empiezan a ganar la capacidad de ponerse en el lugar de los demás, y en la etapa intuitiva (6 a 10 años), en el niño comienza a disminuir el agocentrismo, de ahí que Vashti deje a un lado su éxito personal y se incline por ayudar a un igual, un niño, en su proceso de desarrollo.


Algunos de los valores que encontramos en la historia son la superación personal, la perseverancia, la dedicación, la motivación y la cooperación y la ayuda a los demás.


En cambio, el único contravalor que encuentro en el libro es la propia Vashti al principio de la historia y su desmotivación, negatividad y miedo al fracaso.


El lenguaje que se utiliza en el libro es sencillo, apropiado para los niños de 5 y 6 años por la facilidad de comprensión de las frases que aparecen y la familiaridad con todas las palabras del cuento.

En el texto encontramos enumeraciones (ver figura 1: Vashti pintó y pintó. Un punto rojo, un punto morado, un punto amarillo, un punto azul) y repeticiones (figura 2: Vashti usó sus colores con un pincel más grande en un papel más grande para crear puntos más grandes).








Conclusión

Me encanta este libro, lo descubrí hace poco y me encantaría poder leérselo a mis alumnos en clase para ver cómo reaccionan, qué les produce su lectura, qué les hace sentir, qué harían ellos si estuviesen en el lugar de Vashti, cómo intentarían ayudarla al principio del libro cuando ven que está bloqueada…

Ahora mismo estoy en una clase de 3-4 años y creo que es algo pronto para entender el libro, principalmente, porque no entienden cómo es que hay algún niño que cree que no puede dibujar (corroborado: lo empecé a leer a un niño en mi aula y en cuanto Vashti dice “I can’t draw!” ya me estaba preguntando “Pero Melisa… ¿Por qué no puede dibujar?”).

En las clases de 5-6 y 6-7 años de mi colegio es un libro que siempre está en la librería de la clase y trabajan muchísimos recursos con él.

Es un cuento que me transmite esperanza. Esperanza en que nuestros niños lleguen a conseguir sus metas siempre. Esperanza en el pilar que puede ser, que podemos ser, las maestras para nuestros alumnos. Esperanza en pensar que todos los niños pueden ver dónde les lleva su marca si tienen a alguien cerca que esté dispuesto a apoyarles siempre.








Para las que no conocéis el libro, os dejo estos links para que le podáis echar un vistazo si os ha llamado la atención:

–  Cuentacuentos en inglés

–  Cuentacuentos en español

–  Libro en imágenes con música de fondo (sin voz, letra en español)





“Haz sólo una marca y mira dónde te lleva…
…porque donde hay un punto, hay un camino.”







Actividades

Hay una canción bastante pegadiza sobre The Dot que compuso Peter H. Reynolds con la colaboración de la cantautora Emily Dale, que también le puso voz. Os apunto los links de YouTube por si os pica la curiosidad:

– Canción interpretada por Emily Dale

– Canción con subtítulos en inglés


  
A continuación os dejo algunas actividades que se pueden trabajar con el libro The Dot y las fotos de algunos murales preciosos que he encontrado hechos con puntos a partir de la lectura de este libro.






















Webgrafía










12 comentarios:

  1. Hola Melisa, Soy Silvia. Sencillamente me ha parecido una maravilla el cuento y más aún tu análisis. Está super completo y muy trabajado. ¡ENHORABUENA DE ANTEMANO!

    Decirte también que yo desconocía este cuento y ahora que lo he leído y me he visto los enlaces con las canciones que has incorporado y las imágenes con la cantidad de actividades que se pueden hacer, me has dado pie a comprarlo y trabajarlo en el aula.

    Nada más ver la portada llama mucho a la vista los dos colores tan llamativos que usa: el naranja y el amarillo y yo sinceramente al principio no sabía porque el libro se llamaba el punto si en la portada tampoco había dibujado nada que lo representara, pero cuando abres el libro y trabajas con él, te das cuenta que el detalle de la niña pintando con esa brocha nos da muchas pistas e incita a ojearlo y a saber qué nos tienen que contar los protagonistas.

    Tal vez en la parte de los protagonistas te haya faltado escribir brevemente acerca de cómo cómo piensan o cómo hablan.
    En el apartado de los Temas Secundarios, yo hubiera escrito "la influencia de los adultos para enseñar a los niños a sacar lo mejor de sí mismos" en lugar de "enseñar a nuestros alumnos a sacar lo mejor de sí mismos".

    Por último decirte que las actividades son una pasada y me han dado unas ganas terribles de poder estar con niños de 6 y 7 años para trabajar este libro y sacarle todos los recursos y las posibilidades que nos brinda. Realmente me ha fascinado tu análisis y no me olvido de las canciones que has colgado...si a los adultos nos ha encantado, no me quiero imaginar las caras de asombro de los niños cuando se metan en este mundo de la imaginación y la creatividad.

    Este cuento nos ayuda a no rendirnos nunca y encontrar siempre una salida y una motivación a todo lo que hagamos, y más si son niños, que se tropezarán y se levantarán una y mil veces.

    Un saludo y enhorabuena de verdad. :)

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    1. Hola Silvia, ante todo, ¡¡gracias por tu súper comentario!!

      Me siento muy halagada :)

      Tienes toda la razón en cuanto a cómo piensan o hablan los personajes del libro, esta tarde lo añado al análisis, gracias!

      En cuanto al tema secundario, creo que no había puesto "enseñar" sino "ayudar": "Como tema secundario (¡pero para nada menos importante!) tenemos el papel de la maestra y la importancia de ayudar a nuestros alumnos a sacar lo mejor de sí mismos. Ayudarles a encontrar el camino para expresarse (no de manera exclusiva en el ámbito artístico) y demostrar que todos podemos conseguir grandes cosas si estamos determinados a hacerlo: siempre tiene que haber un primer intento. Donde hay un punto, hay un camino." Igualmente, leyéndolo otra vez, creo que puedo cambiar la palabra "importancia" por "influencia", como tú bien dices, o alguna otra que le dé otro sentido a la frase, ¡muchas gracias!

      Me alegro mucho de que te haya gustado el libro, la verdad es que en poco tiempo también se ha convertido en un "must" para mí (¡lástima que Lucy y yo trabajemos en 3-4 años!). A ver si podemos adaptarlo, como me propone en su comentario...
      Y la verdad es que las actividades son preciosas!!!

      Mil gracias Silvia, ¡¡pero tú tampoco te quedas atrás!! Ya tengo en mi lista 'Orejas de Mariposa' gracias a tu análisis :)

      Un besito y nos vemos el viernes!!! :)

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    2. Excelente comentario y excelentes respuestas.

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  2. Hola Mel,

    Coincido con Silvia, tu análisis está super completo y muy bien trabajado. Me ha encantado leerlo y ver tus puntos de vista. ¡ENHORABUENA!

    Es una pena que la tipografía que utilizan en el libro sea así de letras distorsionadas y de diferentes tamaños lo cual puede resultar confuso para los niños a la hora de leer independientemente.

    Te propongo simplificar la idea para el aula de 3- 4 años y poder trabajarlo con ellos de alguna manera... aunque el concepto en sí resulte confuso a esta edad y pueda hacerles pensar en que no pueden hacer algo, podríamos intentar trabajar la seguridad en uno mismo y la creatividad de alguna manera ligándolos con "The Dot".

    Creo que debemos ayudar a los niños a ser valientes como dice Peter Reynolds y dejar nuestra marca; y es que vivimos en una sociedad donde lo que piensan los demás es demasiado importante y esto se transmite a los niños y debemos de cambiarlo de alguna manera.

    Otro libro muy guay de Peter Reynolds para ayudar tanto a niños y a adultos a ser valientes es "Ish" y también trata el tema de la fustración que últimamente se empieza a ver mucho en las aulas.

    ¡Un beso!

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    1. Buenos días Lucy,

      ¡Muchas gracias por tu comentario!

      La verdad es que es una pena la tipografía porque confunde bastante, tendrán que elegir otro libro para practicar la lectura!! Que este se quede para disfrute de todos, pequeños y adultos.

      Me encanta la idea de intentar trabajarlo de algún modo con nuestra clase!! La verdad es que el concepto es difícil pero podemos darle una vuelta! :)

      Tienes toda la razón en cuanto a los estándares de la sociedad, no lo he puesto en mi comentario pero creo que es un punto muy importante a mencionar, ¡gracias!

      He oído hablar de "Ish"!! No lo he leído aún pero lo he comprado jajaja el viernes nos llega al cole así que podremos verlo en persona :)

      Un besito y gracias!!!

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    2. Muy buenos comentarios de Lucy y muy buenas respuestas. Coincido completamente en el problema de la tipografía que confunde, incluso, a niños un poco mayores (primer ciclo de EP) en la versión en español.

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  3. Hola Mel,
    Comparto la opinión de Lucy y de Silvia, que esta super trabajada tu análisis y creo que tu también te has superado como en el libro. Corroboro en las opiniones de mis compañeras y por ello no me voy a enrollar, simplemente decir; que de primeras no conocía el cuento y me encanta como ayuda a los niños a mejorar y a superarse, creo que son valores indispensables en la infancia.
    Un beso.

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    1. Muchísimas gracias Cris!!!

      Te dejo el cuento esta semana si quieres antes de devolvérselo a Y1, tú con tus niños podrás hacer más que nosotras!!

      Me alegro mucho de que te haya gustado :)

      Tienes toda la razón cuando dices que son valores indispensables en la infancia ayudar a los niños a mejorar y a superarse!

      Un beso!!!! :)

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  4. Bueno, Melisa... has analizado otros de mis libros favoritos :)
    Lo trabajo con los estudiantes del Grado de EP y lo enfocamos al primer ciclo pero, por supuesto, puede utilizarse en 5-6.

    Soy superfan de Peter H. Reynolds :D y no sé si me gusta más El punto o Casi. :)

    Tu entrada es excelente. Perfecta. Enhorabuena.

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  5. Pues no tienes nada que mejorar este año :)

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