martes, 7 de febrero de 2017

Educar

Educar es lo mismo
que poner motor a una barca...
Hay que medir, pesar, equilibrar...
...y poner todo en marcha.

Para eso, uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino...
un poco de pirata...
un poco de poeta...
y un kilo y medio de paciencia concentrada.

Pero es consolador soñar,
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño,
irá muy lejos por el agua.

Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.

Soñar que, cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera enarbolada.


- Gabriel Celaya -


2 comentarios:

  1. Que poesía más bonita, Melisa. Gracias por compartirla!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Elena!!
      A mí me encanta, siempre he querido enmarcarla en mi clase! :)

      Eliminar