lunes, 9 de abril de 2018

Textos folclóricos


Introducción


Está demostrado que la literatura folclórica y la narración de cuentos a niños en edad preescolar están relacionadas con su desarrollo lingüístico y académico en el futuro (Durkin, 1966; Chomsky, 1972). Además, los relatos y la lectura representan dos métodos mediante los cuales los niños se familiarizan con su herencia y aprenden su lengua materna (Teale, 1984).

También ayudan a los niños a identificarse con los héroes protagonistas de la literatura folclórica que consiguen “vencer” sus miedos, lo que les da seguridad y esperanza al empezar a comprender que tienen posibilidades de solucionar sus problemas (presentes o futuros). Ofrecen soluciones a los problemas y angustias de los niños que están al alcance de su comprensión.

Según Bruno Bettelheim en su libro Psicoanálisis de los cuentos de hadas (1977), mientras que las historias estrictamente realistas van en contra de las experiencias internas del niño, imposibilitándole extraer un significado personal, los cuentos folclóricos, con historias irreales, pero no falsas, describen de una forma imaginaria y simbólica los pasos esenciales que sigue el protagonista en la evolución hacia la existencia independiente.

Por último, cabe destacar que escuchar historias hace a los niños más reflexivos, pues en ellas encuentran un mensaje que los lleva a comprender la forma en que deben actuar y comportarse, aprenden a escuchar con atención y a ser pacientes, y se fomenta su empatía o capacidad de ponerse en el lugar del otro.






Blancanieves


He decidido trabajar Blancanieves y ambientarlo a la clase de 5-6 años. Es un cuento que se puede leer a niños muy pequeños, pero creo que esta edad puede responder mucho mejor a las cuestiones que he preparado para la clase, desde las preguntas hasta las actividades, pasando por los detalles del cuento, que serían diferentes dependiendo de la edad a la que va dirigido.

No conocía la versión de los hermanos Grimm, ¡y he de decir que en muchos momentos me he sorprendido! Vi la película de Disney cuando era pequeña unas ciento cincuenta veces, y siempre creí que era “la historia real”. Os dejo aquí el link de la página de los hermanos Grimm, ¡pero he de decir que no es la que yo he usado! Compré El libro de los 101 Cuentos recogidos por Christian Strich y difiere un pelín de esta versión online, pero al menos os hacéis una idea (http://www.grimmstories.com/es/grimm_cuentos/blancanieves). Para que conozcáis los detalles sorprendentes de los que hablo, os los pongo por aquí por si alguien tampoco había leído el cuento antes:

-     ¿Sabíais que la madrastra no quería el corazón de Blancanieves, sino sus pulmones y su hígado? Y cuando el cazador le lleva el de un jabato que encuentra por el bosque, ésta se los come.

-   Los enanitos advierten a Blancanieves de que la reina intentará ir a su casa para engañarla cuando esté sola y la piden que no abra la puerta a nadie a no ser que haya más gente en la casa.

-    La reina intenta matar a Blancanieves hasta dos veces antes de dar con la que surge efecto: en la primera se disfraza de buhonera e intenta vender a la joven un cordón para ceñirse el corpiño. Al ir a probárselo en el corsé la madrastra se lo ata tan fuerte que la ahoga. Afortunadamente, los enanitos llegan poco tiempo después y cortan los cordones del corpiño de Blancanieves. La segunda vez se disfraza de anciana y le vende un peine envenenado. Al peinarla con él, se lo clava y la joven muere. Cuando llegan los enanitos a casa y se lo sacan, Blancanieves vuelve en sí. El tercer y último intento de la reina de matar a Blancanieves es el que conocemos: el de la ingestión de la manzana envenenada. Pero no se disfraza de bruja, sino de campesina (si lo pensamos, es mucho más lógico). Como en las versiones populares que hemos podido escuchar, cuando hinca el diente en la manzana Blancanieves muere al instante.

-      Los enanitos construyen un ataúd acristalado para Blancanieves porque su cuerpo no se descomponía con los días: seguía tan blanca como la nieve, con los labios tan rojos como la sangre y los cabellos tan negros como el ébano, y sus mejillas aún conservaban un tono rojizo. El ataúd es llevado a la montaña y permanece ahí durante mucho tiempo. Cada día un enanito hacía guardia a su lado.

-     No es el “beso de amor” del príncipe el que despierta a Blancanieves, ¡es más bien un accidente! Un día aparece por ahí el dichoso príncipe que pide a los enanitos llevarse el ataúd consigo, los enanitos sienten compasión por el joven enamorado y se lo dan. Por el camino, el príncipe tropieza con un arbusto, sacudiendo así el ataúd y saliéndose de la garganta de Blancanieves el trozo de manzana envenenada.

-       Finalmente, el último detalle desconocido para mí es el castigo de Blancanieves a la madrastra: cuando se van a casar, Blancanieves y el príncipe la invitan a su boda y ella, sin saber quién es la nueva princesa, asiste a la ceremonia enfadada, pues su espejito le dice que esta nueva princesa es más hermosa que ella. Al llegar la reconoce y se queda paralizada de horror. Entonces, colocan a la madrastra unas sandalias de hierro que habían sido puestas al fuego anteriormente y la hacen bailar con ellas puestas, hasta que, de tanto dolor, cae al suelo muerta.


Antes de contar la historia a los niños les haría algunas preguntas:

-        ¿Alguien ha escuchado alguna vez el cuento de Blancanieves?
-        ¿Quién es Blancanieves?

En el caso de que algún niño mencionase a la madrastra, a los enanitos o al  príncipe en sus respuestas, preguntaría qué es cada uno de ellos y aprovecharía para desmitificar varios prejuicios que tenemos sobre ellos (la madrastra es mala y una bruja, los enanitos son buenos y graciosos y los príncipes guapos y encantadores).

Me gustaría, si se da la ocasión, poder hablar de la diversidad, de lo que creemos de las personas sin conocerlas y de la oportunidad que merecemos todos de ser tratados con respeto.



En cuanto a la narración de la historia, hay varias cosas que modificaría, omitiría o expresamente dejaría a propósito en el cuento si yo lo contase a mis alumnos:

En primer lugar, sí comenzaría la historia mencionando la muerte de la madre y el papel o lugar de la madrastra. Como he dicho antes, no me detendría para hablarlo con detalle si no preguntan por ello, pero no sería algo que omitiría para ellos: la muerte es algo natural y a lo que están acostumbrados y en algunas ocasiones ya tienen familia política (que, obviamente, no es “mala”, ni mucho menos).

Cada vez que la reina pregunta a su espejo quién es la más hermosa lo hace entonando una cancioncilla con rima bastante corta y fácil que yo repetiría para que los niños la canten conmigo si les apetece. La primera vez que la madrastra pregunta al espejo podemos enseñársela por si más tarde quieren unirse y cantarla: “Mirror, mirror on the wall, who is the fairest of them all?” / “Espejito, espejito, dime una cosa: ¿quién es de estos contornos la más hermosa?”.

Quizá en el momento en que la reina pide al cazador que mate a la joven y le lleve sus pulmones e hígado los cambiaría por el corazón, versión más conocida. Aunque, pensándolo bien, si respeto la versión de los hermanos Grimm podría aprovechar para hablar del interior de nuestro cuerpo y de nuestros órganos y sus funciones.


Un detalle que me parece muy gracioso es que cuando Blancanieves llega a la casa de los enanitos por primera vez prueba un poquito de cada plato, de cada pan y de cada vaso para que no se note que ha estado ahí. En clase utilizaría la mímica y las onomatopeyas para contar esta parte (“¡mmmm, qué rico!”, los ojos en blanco, la lengua lamiendo los labios, la mano en la tripa: “¡qué hambre!”, coger con los dedos pizquitas de comida de un plato, coger un vaso imaginario con la mano y llevármelo a la boca…). Los niños podrían sentirse tentados a hacer lo mismo y serían invitados a actuar la situación.






Cuando los enanitos ven a Blancanieves tumbada en una de las camas la dejan dormir, y cuando se despierta a la mañana siguiente le dicen que se puede quedar con ellos con una condición: que se ocupe de la casa, cocine, haga las camas, lave, cosa y tenga todo en orden y la comida preparada cuando ellos vuelvan de trabajar. Omitiría esta parte, simplemente diría que los enanitos la invitarían a quedarse a vivir con ellos, pues no quiero que se relacione la figura de la mujer con la que se ocupa de la casa, me parece un poco sexista y fuera de lugar, afortunadamente, en los tiempos que vivimos.

“- Ten cuidado con tu madrastra; pronto sabrá que estás aquí. No dejes entrar a nadie”, decían los enanitos a Blancanieves. Sí dejaría esta parte para luego aprovechar y poder hablar de por qué “los mayores” tenemos tanto miedo de que los niños hablen y se vayan con desconocidos.

La madrastra se entera de que la joven sigue viva y va a buscarla a casa de los enanitos. Me encantan estos detalles de las visitas que le hace, seguro que las incluiría en mi narración: ese misterio, el miedo y excitación que pueden sentir los niños durante unos segundos, la emoción que vivirán cuando se les cuente que la madrastra va de camino a la nueva casa de Blancanieves…

Una vez Blancanieves muere, me gusta que no sea el príncipe quien la revive y respetaría esta versión, de nuevo por la visión sexista de la época y la necesidad de las mujeres de tener la compañía de un hombre, preferiblemente de buena cuna, que la rescate y la ayude cuando lo necesita.

Por último, no contaría el desenlace que eligieron los hermanos Grimm, el castigo de Blancanieves a la reina, pues no quiero que el rencor sea uno de los principales motores del cuento.



En cuanto al léxico, en la traducción del vocabulario que utilizan los hermanos hay algunos vocablos desconocidos para los niños que sí me gustaría usar para ampliar su vocabulario: preguntaría qué creen que son y se lo explicaría después. Es el caso de buhonera (vendedora ambulante), polícroma (de muchos colores), corpiño, corsé... Hay otros que no usaría, pues puedo usar sinónimos o expresiones que quieran venir a decir lo mismo, como impía (que no tiene piedad o no siente compasión), dechado (modelo) o angarillas (tablero que sirve para transportar objetos), y al ser un cuento contado oralmente seguro que ni las recordaría en el momento de contarlo (valga la redundancia) a los niños.



Terminaría la hora del cuento haciendo algunas preguntas:


-      ¿Os ha gustado el cuento?
-      ¿Cambia algo de la historia de Blancanieves que conocíais? ¿El qué? ¿Lo preferís de una u otra manera?
-      ¿Qué personaje de los que aparecen en el cuento os gusta más? ¿Por qué?
-      ¿Qué es lo que más os ha gustado de la historia?
-      ¿Y lo que menos?
-      Si fueseis Blancanieves, ¿os habríais metido en la casa de unas personas que no conocéis?

-      Si fueseis el cazador, ¿habríais dejado escapar a Blancanieves o se la habríais llevado a la reina a cambio de una gran recompensa (juguetes, chuches, disfraces…)?




Por último, podríamos hacer algunas actividades en la clase aprovechando este cuento, algunas para desarrollar la práctica psicomotriz, otras las relaciones sociales, las habilidades lingüísticas, de lectoescritura, el pensamiento matemático o la creatividad.


-      Motricidad gruesa → El laberinto: cuando Blancanieves se pierde en el bosque corre entre los árboles hasta que encuentra la casita de los enanitos. Podemos crear nuestro propio laberinto usando materiales como cuerdas colgadas, aros o taburetes que haya que sortear, meterse por dentro o saltar. Haremos el laberinto entre todos, cada niño tendrá la oportunidad de elegir un objeto y explicar qué es, y luego todos tendrán un turno para poder correr por él, intentando llegar al final del recorrido lo antes posible.

-      Relaciones personales → El espejo: tendremos nuestro propio espejo al que haremos preguntas sobre la gente de la clase, haciendo un juego de adivinanzas. Por ejemplo… “Mirror, mirror of the wall, who is the tallest of them all?” / “Espejito, espejito, ¿quién es el más alto de todos?” Si es una pregunta muy genérica podremos dar pistas de la persona en la que estamos pensando, pero siempre serán preguntas y pistas positivas o que alaben a la persona de la que estamos hablando.

-      Expresión oral → Los juguetes de los enanitos: sentados todos juntos, cada niño de la clase por turnos puede coger algún objeto del aula que le guste especialmente y crea que los enanitos deberían tener en su casa y explicar por qué. Ejemplo: “Yo he cogido este lego porque me gusta construir barcos con ello. Creo que los enanitos deberían tener lego en su casa porque así cuando vuelvan de trabajar pueden intentar construir una casa más grande donde quepa mejor Blancanieves”.

-     Expresión escrita → Las letras del cuento: intentaremos recordar palabras, personajes, objetos… importantes del cuento que hemos escuchado e identificar con qué letra empiezan y si hay alguna en el medio de la palabra que conozcamos. Ejemplo: Apple, Blancanieves, Cazador, Dwarf, Enanito… Intentaremos escribirlas a medida que las vamos nombrando.

-      Matemáticas → Del uno al siete: buscaremos objetos cotidianos de nuestra vida en el aula que haya mínimo siete, por ejemplo, siete botellas de agua, siete libros, siete pinturas, siete tijeras… Veremos todo lo que podrían hacer los enanitos si estuviesen en nuestra clase, contando hasta siete en cada objeto que veamos para ver si podrían usarlo. Una vez tengamos dos o tres grupos de siete podemos ir contando cuánto son en total, así hasta que los niños quieran.


-      Creatividad → ¿Cómo es un enanito?: Como han escuchado el cuento, pero no han visto ninguna imagen, tengo mucho interés en saber qué imagen se forjan los niños cuando hablamos de un enanito. Me gustaría que dibujásemos uno en nuestro papel y hacer un gran mural en clase lleno de enanitos, todos ellos diferentes.






    Cenicienta


   También he decidido trabajar “La cenicienta” en la clase de cinco-seis años por el mismo motivo, que pueden responder mejor a todas las cuestiones que conlleva la lectura del cuento.

¡  Qué risa de nuevo! Los hermanos Grimm me han vuelto a sorprender con sus exagerados e irónicos puntos en la historia. Como en Blancanieves, había muchos detalles diferentes a la mítica película de Walt Disney, aunque he de decir que éstos sí los conocía por el “moderno” musical Into the Woods, producido por la misma compañía en 2014 (¡que la verdad es que me encantó!). El link online para leer la versión del cuento por los hermanos Grimm es http://www.grimmstories.com/es/grimm_cuentos/la_cenicienta, pero como dije antes, yo he usado la versión escrita de El libro de los 101 Cuentos. Algunos de estos detalles menos conocidos en las versiones más modernas son:

-          El padre de Cenicienta aparece durante toda la historia, no como en la historia que conocía, donde muere.

-          Las hermanastras, hijas del nuevo matrimonio del padre, no sólo despreciaban a Cenicienta, sino que también la hacían trabajar de más por pura diversión: le solían tirar lentejas y guisantes a las cenizas de la chimenea para que ella tuviese que sentarse a separarlos y meterlos de nuevo en la cazuela.

-          Un día el padre de las niñas va a la feria y les pregunta qué quieren que les traiga. Mientras las dos hermanastras le piden vestidos, perlas y piedras preciosas, Cenicienta le pide que corte el primer tallito que choque con su sombrero. Cuando éste se lo trae ella lo planta en el jardín, sobre la tumba de su madre, y de tanto llorar encima crece un hermoso árbol. Cada vez que Cenicienta se acerca al árbol aparece un pajarillo blanco que cumple sus deseos.

-          El rey organizó una fiesta en palacio que duraría tres días, no sólo una noche como en la película de dibujos animados. Cenicienta quiere ir pero su madrastra le ordena que seleccione las lentejas de las cenizas antes de poder ir al baile. Ésta llama a los pájaros y palomas del cielo y les pide que piquen las lentejas, echándolas en la cazuela, pero ni con esas le dan permiso para acompañar a sus hermanastras y madrastra al palacio.

-          No es el Hada Madrina quien le regala un vestido y zapatos bonitos para poder ir al baile, sino el pajarillo del árbol. Las dos primeras noches ella baila con el príncipe, que no la reconoce, al querer irse él la sigue hasta su casa, pero no la encuentra por ningún lado, siempre se esconde.






-          La tercera noche no pierde el zapato, más bien se lo roba el príncipe: unta las escaleras de palacio con pez, una sustancia resinosa, para impedir que la joven escape, pero sucede que al pisarlas se le queda el zapato izquierdo pegado, escapando ella descalza.

-          Al día siguiente el príncipe aparece por casa de Cenicienta con el zapato en la mano, afirmando que cuando encuentre a su dueña se casará con ella. Las hermanastras intentan metérselo en el pie, pero no les cabe. Entonces la madrastra les corta un dedo y un trozo del talón para que puedan calzárselo, pero los pájaros se lo cantan al príncipe, que se da cuenta entonces y vuelve a la casa, encontrando por fin a Cenicienta.


-          Cuando Cenicienta y el príncipe van a casarse, aparecen por ahí las hermanastras para intentar aprovecharse de la nueva situación de Cenicienta, pero entonces los pájaros vuelan sobre ellas y se acercan a picarles los ojos, dejándolas ciegas.




   Igual que en el anterior cuento folclórico trabajado, antes de contarlo a mis niños les preguntaría si conocen la historia y quién es Cenicienta. Dependiendo de sus respuestas hablaríamos de un tema u otro, preguntando qué piensan de este o aquél personaje y qué es cada cosa.



   Teniendo en cuenta las dos versiones, he decidido hacer una pequeña mezcla de ambas, cogiendo de cada una ciertos detalles y pasajes, pero declinándome más por la versión antigua, la de los hermanos Grimm.

   Para empezar, en cuanto al padre de Cenicienta, diría que falleció. Como ya os he comentado antes, en la historia de El libro de los 101 Cuentos sí que está presente hasta el final, pero me parece que es poco cuidadoso, no se preocupa por ella y me da bastante pena. Prefiero decir que no está a que también la ignora, como la madrastra y las hermanastras.

   Sí me gusta el recuerdo que crea Cenicienta de su madre plantando un árbol encima de donde está enterrada, pero no contaría que éste árbol le regala los vestidos para ir al baile, prefiero la versión del Hada Madrina, como en el cuento de Charles Perrault (cuestión de gusto personal, el tema del Ángel de la Guarda personal que vela por nosotros). Cuando le regala el vestido, no explicaría cómo es o cómo me gustaría que fuera, les preguntaría a los niños cómo era el vestido y crearíamos uno en nuestra imaginación.

   Cuando la madrastra y sus hijas se enfadan con Cenicienta le tiran las lentejas o guisantes al suelo, entre la ceniza, para que tenga que separarlos. Sí hablaría de eso, me parece una treta bastante inteligente, de hecho haría una pausa en el cuento porque creo que podemos hablar bastante en grupo sobre ello (“¡No sabéis lo que le hacían!”, “¿Por qué le hacían eso?”, “¿Qué es la ceniza?”, “¿Es difícil separar la comida de la ceniza?”, “¿Se tarda mucho tiempo o poco?”…). Cenicienta suele pedir ayuda a los pájaros para que separen la comida de la ceniza.

   El baile en la versión antigua dura tres días, en cambio en la moderna que yo conocía duraba una sola noche. Me gusta la idea de la fiesta prolongada porque da más emoción, los niños sabrán que Cenicienta ha ido al baile pero que su familia no lo sabe, lo relataría sobreactuando la situación: “¡Dios mío, ya se han ido! Corre, Cenicienta, coge el vestido, póntelo, ¡mira bien por la ventana! ¿¿Las ves?? ¿Seguro? Agáchate, no hagas ruido, ponte los zapatos, ¡sal corriendo! ¡Cuidado, están ahí!…”, acompañando la narración con mímica y gestos. Hablaría muy deprisa y haría parones en seco para cargar el relato de misterio, nervios y tensión.

   Lo que no me gusta es que el príncipe sepa desde el principio dónde vive Cenicienta, me parece que luego no hay misterio alguno cuando tiene el zapato. Si tiene que ir de casa en casa buscando a la dueña del zapato en vez de ir directamente a la de Cenicienta se le da más emoción al asunto.

  Que el príncipe use pez (yo hablaré de pegamento) para intentar evitar que Cenicienta escape me parece muy ingenioso, por lo que lo incluiría en mi narración y hablaría sobre ello con los niños (qué es el pegamento, de qué está hecho, para qué lo pone en las escaleras, por qué quiere el príncipe que Cenicienta se quede en palacio, para qué utilizarían ellos el pegamento…). Aprovecharía también para hablar de forzar a las personas a hacer cosas que no quieren, y lo irrespetuoso que es hacerlo. De lo que merecemos todos, sin importar el sexo o intereses de cada uno.

   La parte en que las hermanastras intentan probarse el zapato, no les cabe y se cortan diferentes partes del pie para forzarlo a entrar me parece graciosísima, no lo veo ‘gore’ sino muy desesperado, no lo dejaría de contar porque creo que podemos reírnos mucho en grupo e intentar pensar en otras ideas descabelladas que llevaríamos a cabo si nos pasase a nosotros.

   Por último, el final de la historia de la versión de los hermanos no me gusta y lo omitiría. Al igual que en Blancanieves, se decanta por un desenlace de castigo, en este caso, hacia las hermanastras. Los pájaros, amigos de Cenicienta, se acercan a ellas y les pican los ojos, dejándolas ciegas.




   Como en la anterior propuesta de trabajo, Blancanieves, terminaría la hora del cuento haciendo las mismas preguntas, añadiendo algunas más personalizadas sobre este:

-      ¿Os ha gustado el cuento?
-      ¿Cambia algo de la historia de Cenicienta que conocíais? ¿El qué? ¿Lo preferís de una u otra manera?
-      ¿Qué personaje de los que aparecen en el cuento os gusta más? ¿Por qué?
-      ¿Qué es lo que más os ha gustado de la historia?
-      ¿Y lo que menos?
-      Si fuerais Cenicienta, ¿os habríais escapado del baile? ¿Por qué?
-      ¿Qué es un Hada Madrina?

-      Si el príncipe no tuviese el zapato, ¿cómo habría podido encontrar a Cenicienta? ¿Cómo lo haríais vosotros?






   Algunas de las actividades que podríamos hacer en clase a raíz de este cuento, intentando cubrir todas las áreas de aprendizaje son:

-      Motricidad fina → Separa las lentejas: como en el cuento, echaremos un puñado de lentejas entre uno de judías e intentaremos separarlos, poniendo cada legumbre en un cuenco diferente. Cuando lo  manejen bien, podemos añadir algo de dificultad usando unas pinzas para coger y separar cada una de ellas.


-      Creatividad → El castillo de Cenicienta: cuando se casa con el príncipe Cenicienta se muda al palacio para vivir ahí con él. En grupo podríamos hacer una manualidad intentando recrear ese gran castillo. Usaremos rollos de papel higiénico simulando las torres y los tejados (rollos cortados para crear un cono) que pintaremos y decoraremos a nuestro gusto para luego pegarlos unos a otros en varias capas creando un gran castillo. Podemos pintar ventanas en las torres y hacer también banderines para poner en las puntas de los tejados. Aquí os dejo una foto para que os hagáis una idea:



-      Expresión oral → Mi vestimenta ideal: cada niño explicará al resto de la clase cómo le gustaría ir vestido al gran baile de palacio, si prefiere un vestido, una falda, unos pantalones, qué tipo de zapatos…

-      Matemáticas → Busca el parecido: como las hermanastras son dos y son parecidas entre ellas, buscaremos en la clase parejas de objetos similares entre sí, creando un gran grupo de objetos cotidianos de la vida de los niños dispares pero relacionados. Ejemplo: una naranja y una mandarina, una botella de agua y una cantimplora, una taza y un vaso, una chaqueta y un jersey…

-      Relaciones personales / motricidad gruesa → ¡Preparados para el baile!: nos prepararemos para ir al gran baile de palacio, ¡qué divertido! Los niños elegirán sus parejas, diciendo por qué les gustaría asistir con ellos y empezaremos un baile algo peculiar… Hincharemos globos que los niños tendrán que llevar entre sus cuerpos mientras bailan, pondremos la música, ¡tendrán que empezar a moverse y no podrán dejar caer el globo que sujetan entre ambos!


-      Expresión escrita → Las letras del cuento: como en Blancanieves, intentaremos recordar palabras, personajes, objetos… importantes del cuento que hemos escuchado e identificar con qué letra empiezan y si hay alguna en el medio de la palabra que conozcamos. Ejemplo: Árbol, Bird, Castle, Dance, Escaleras… Intentaremos escribirlas a medida que las vamos nombrando.





   El traje nuevo del emperador



    El último cuento que he decidido trabajar es El traje nuevo del emperador, de Hans Christian Andersen. De nuevo, la versión que yo he utilizado es la recogida por Christian Strich en El libro de los 101 cuentos, esta vez adaptándolo a la clase de 4-5 años.


    Resumo brevemente el cuento por si alguien no lo conoce:

   “Hace mucho tiempo había un emperador al que le encantaban los trajes nuevos y elegantes, tanto que gastaba todo su dinero en ropa.

   Un buen día llegaron a la ciudad donde él vivía dos embaucadores que se presentaron como tejedores y juraban hacer trajes con la tela más bonita y especial que podía haber: a parte de sus colores y dibujos, tenía la propiedad de ser invisible a los ojos de los tontos o de quienes no mereciesen su cargo.

   El emperador se alegró mucho de oír esta noticia, y alegre contrató sus servicios para que le preparasen un traje para el gran desfile que iba a celebrarse pronto. Pagó mucho dinero a los dos tejedores, y les entregó gran cantidad de sedas caras y hebras de oro para que pudiesen tejer el traje.

   Al poco tiempo, curioso por ver qué tal está yendo, el emperador manda a un par de funcionarios nobles que trabajan para él a ver cómo va el trabajo. Ninguno de los dos ve nada, solo el telar vacío, pero ambos mienten al emperador, asegurándole que es el traje más bonito que han visto nunca, por miedo a ser despedidos o a que se dude de su inteligencia.

   Cuando llega el día del desfile y el emperador va a ponerse el traje nuevo, siente pavor al descubrir que no ve la tela preciosa que los demás parecen admirar. Por mantener las formas, pide que los tejedores se lo coloquen encima, se lo abrochen, y sale a la calle con su séquito de ministros.

   Según va caminando, las personas ahí congregadas parecen estar muy perturbados, pues nadie ve el traje nuevo del emperador.

  Nadie dice nada, teniendo miedo de ser tachado de tonto, hasta que un niño, divertido, grita con inocencia: ¡Pero si no lleva nada puesto, va desnudo!

   Todos comprenden entonces la burla a la que ha sido sometido el emperador.”




   La verdad es que este cuento me encanta, me lo solía leer mi padre de pequeña y lo recordaba exactamente como lo he leído ahora.


   No cambiaría nada a la hora de contarlo a mis alumnos, pues creo que es fácilmente entendible por los niños de esta edad y no creo que sea necesario omitir o “endulzar” alguna parte del cuento.



   Como en las propuestas anteriores terminaría la hora del cuento haciendo algunas preguntas:

-      ¿Os ha gustado el cuento?
-      ¿Cómo os imaginabais el traje nuevo del emperador?
-      ¿A vosotros os gusta la ropa?
-      ¿Cuál es vuestra prenda favorita, la que más os guste de todo vuestro armario?
-      ¿Cuándo la usáis?
-      ¿Qué haríais si el emperador fuese vuestro amigo y vieseis que no lleva nada puesto, que va desnudo?

-      ¿Os da miedo que la gente piense que sois tontos? ¿Por qué?






   Para terminar, algunas de las actividades que podríamos hacer en clase a raíz de este cuento, intentando cubrir todas las áreas de aprendizaje son:

-      Creatividad / imaginación / motricidad gruesa → Nuestro gran desfile: como en el cuento, prepararemos un gran desfile que acontecerá en el aula. Para prepararnos y engalanarnos se proporcionará a los niños cantidad de telas grandes de diferentes colores y estampados que ellos tendrán que customizar y unir unas a otras para crearse un bonito traje que nos pondremos durante el desfile para enseñarlo a los demás.

-      Expresión escrita → Las letras del cuento: intentaremos recordar palabras, personajes, objetos… importantes del cuento que hemos escuchado e identificar con qué letra empiezan y si hay alguna en el medio de la palabra que conozcamos. Ejemplo: Alegre, Beautiful, Clothes, Desfile, Embaucador… Intentaremos escribirlas a medida que las vamos nombrando.

-      Relaciones personales / Expresión oral→ ¡No somos tontos!: Sentados en círculo, debatiremos la preocupación del emperador en ser tomado por tonto, y entregaremos un papel a cada niño con el nombre de un compañero. Cada uno tendrá que decir por qué el niño que le ha tocado no es tonto y nombrar al menos dos cosas que sepa hacer que se le den muy bien y que prueben que todos somos muy listos y se nos da bien hacer cosas, cada uno cosas diferentes.


-      Matemáticas → Nos tomamos medidas: Para iniciar a los niños en las medidas, tendremos varios metros de costura en la clase. Explicaremos cómo trabajan los sastres cuando hacen trajes a medida, midiendo el contorno de nuestro tronco, el largo de las piernas, de los brazos… En pequeños grupos simularemos ser sastres o tejedores e iremos tomando medidas de los niños del grupo con el metro.






Webgrafía






3 comentarios:

  1. Hola Melisa, muy buenas

    Acabo de leer tu entrada, se nota que la has trabajado con mucho cariño y dedicación.

    Destacar la gran ayuda que supone, para quienes leamos la entrada y no conozcamos alguno de los cuentos, que hayas decidido resaltar los detalles que te han sorprendido. Desde luego, hay algunos que dejan atónito, como el castigo o venganza del final de Blancanieves.

    Me ha gustado también cómo has ido adaptando la historia de Blancanieves, eliminando únicamente aspectos especialmente morbosos y situaciones que deberían estar obsoletas.

    Así mismo, me han parecido muy adecuadas las preguntas posteriores a los cuentacuentos, animándoles a pensar qué harían si o qué les parece lo que hicieron algunos personajes.

    Comentarte, respecto a las actividades posteriores, que las actividades en sí están fenomenal, pero algunas me han llamado la atención en este contexto porque personalmente sería más partidaria de las actividades más propias del cuento-forum o aquellas que dejen volar su imaginación y creatividad, entendiendo el cuentacuentos como un acercamiento a los niños a la literatura para disfrutar de ella, como una opción para el tiempo libre, no como un instrumento didáctico para la lecto-escritura, las matemáticas o la expresión oral, sino un acercamiento como un fin en sí mismo, buscando el gusto por la lectura. Por lo que algunas de las actividades las llevaría a cabo en otros contextos del aula, sin vincularlas con la lectura en sí.

    Por otra parte, en la introducción de tu entrada me ha llamado la atención la parte en la que comentas que los textos folclóricos ayudan a los niños a identificarse con sus héroes protagonistas. Creo que, aunque esto puede pasar en algunos textos, no es una característica propia de esta literatura. Así, aunque según recoge el bloque de la asignatura, en los cuentos de los hermanos Grimm encontramos una visión optimista y un proceso muy sencillo de identificación con el héroe, creo que esto no ocurre de manera general en los textos folclóricos, pues son textos que no eran cuentos infantiles y sus protagonistas suelen ser mucho mayores que los niños. Quizá no ha sido tu intención que se entendiese de manera genérica, pero es lo que he interpretado y quería comentártelo por si te parece correcto y te sirve de ayuda.

    Otro punto que valoraría es cambiar la expresión versiones populares, creo que sería más adecuado hablar de famosas, para evitar confundir términos, cuentos populares / versiones famosas de cuentos. Algo que hacemos muy habitualmente sin darnos cuenta.

    Antes de terminar, animarte para lo poquito que nos queda de curso y las últimas entregas de esta asignatura. Estoy segura de que le dedicas mucho tiempo y cariño, como se percibe en esta entrada, y que te encanta la profesión para la que nos estamos formando.

    Espero que alguno de mis comentarios pueda ser de utilidad, recogen algunas de mis opiniones según mi percepción de la literatura en el aula y lo que hemos ido comentando en las sesiones presenciales.

    ¡Mucho ánimo con el final de curso!

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    1. Icíar, muchísimas gracias por tu comentario. Es del año pasado, pero eso no quiere decir que no pueda aprender de él.

      Te agradezco mucho tus puntualizaciones, especialmente en la que me aconsejas dejar las actividades posteriores a la lectura y centrarme, como siempre nos dice Irune, en el objetivo literario. Así he hecho en correción de este segundo bloque :)

      En cuanto a la no aparición de héroes en todos los textos folclóricos, lo escribí al leer sobre el Paradigma de Propp en el Módulo Docente, según quién hay varios papeles (héroe, agresor, donante, princesa y su padre, mandatorio y falso héroe). Al escribir la entrada hablé de héroes porque no pude pensar en un texto folclórico que conociese con ausencia de ese papel, pero es cierto que solo conozco parte de ellos y quizás no debería dar por sentada una generalización así, así que gracias!

      Por último, sí, cuando hablaba de "versiones populares" ("Como en las versiones populares que hemos podido escuchar, cuando hinca el diente en la manzana Blancanieves muere al instante") intentaba usar un sinónimo de "famosas", sin darme cuenta de que a lo mejor podía confundirse con "cuentos populares".

      Y claro que tus comentarios han sido de utilidad, gracias de nuevo Icíar, y espero que estés disfrutando de nuestra profesión con los pequeños, si ya has podido empezar a dedicarte a ella :)

      ¡Un saludo!

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  2. El trabajo con los textos es perfecto, excepto esas actividades de aplicación a diferentes materias. Recuerda que trabajamos textos literarios con objetivos literarios.
    Recuerda referenciar usando las normas APA e incluir, entre las referencias, los documentos de la asignatura que tienes que haber leído para realizar esta entrada.

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